Signo de reconocimiento.
Este día tan especial para todas nosotras , creo que no hay nada mejor para describir la situación de la mujer que este poema de la poeta griega Kiki Dimulá. El título es: " Signo de reconocimiento" y el poema pertenece en la colección: " Lo poco del mundo" que se publicó en 1971.
Se inspiró en una escultura de mármol que está en la plaza Tosicha en Atenas, entre la facultad Politécnica y el museo Nacional de arqueología. Dicho estatua es un símbolo de la opresión social del sexo femenino.
Aunque he hecho cursos de traducción literaria, no soy una traductora profesional. De todas formas considero que toda la gente debería conocer este poema, así que aquí os dejo mi versión.
Signo de reconocimiento.
Todos te llaman estatua enseguida.
Yo te llamo enseguida mujer.
Yo te llamo enseguida mujer.
Adornas un parque.
Desde lejos engañas.
Alguien pensaría que te has sentado casualmente
a recordar un sueño que tuviste,
que recuperas fuerzas para vivirlo.
De cerca el sueño se aclara:
tus manos están atadas por detrás
con una cuerda de mármol
y tu postura es tu deseo
de algo que te ayude a escapar
de la agonía del cautivo.
Así te han pedido al escultor,
encadenada.
No puedes pesar ni la lluvia en tu mano
ni una ligera margarita.
Tus manos están atadas.
Y no es sólo el mármol tu Argos*.
Si algo fuera a cambiar en rumbo de los mármoles,
si empezaran las estatuas manifestaciones
para libertades e igualdades
cómo los sirvientes,
los muertos
y nuestro sentimiento,
tú caminarías entre la cosmogonía de los mármoles
con las manos atadas otra vez, encadenada.
Desde lejos engañas.
Alguien pensaría que te has sentado casualmente
a recordar un sueño que tuviste,
que recuperas fuerzas para vivirlo.
De cerca el sueño se aclara:
tus manos están atadas por detrás
con una cuerda de mármol
y tu postura es tu deseo
de algo que te ayude a escapar
de la agonía del cautivo.
Así te han pedido al escultor,
encadenada.
No puedes pesar ni la lluvia en tu mano
ni una ligera margarita.
Tus manos están atadas.
Y no es sólo el mármol tu Argos*.
Si algo fuera a cambiar en rumbo de los mármoles,
si empezaran las estatuas manifestaciones
para libertades e igualdades
cómo los sirvientes,
los muertos
y nuestro sentimiento,
tú caminarías entre la cosmogonía de los mármoles
con las manos atadas otra vez, encadenada.
Todos te llaman enseguida estatua.
Yo te llamo mujer enseguida.
No porque el escultor te haya entregado como tal
y tus caderas prometen fertilidad
como buena cosecha de tu inmovilidad.
Te llamo mujer por las manos atadas que tienes todos esos siglos que te conozco.
Te llamo mujer
porque estás encadenada.
Yo te llamo mujer enseguida.
No porque el escultor te haya entregado como tal
y tus caderas prometen fertilidad
como buena cosecha de tu inmovilidad.
Te llamo mujer por las manos atadas que tienes todos esos siglos que te conozco.
Te llamo mujer
porque estás encadenada.
*Argos es un monstruo mitológico de 100 ojos al cual Hera encargó a que vigilara a Ío que es el símbolo de la mujer atrapada.
Como ya he dicho, el poema se publicó en 1971. ¿No es un poco vergonzoso que tantos años después seguimos con las manos atadas? Por desgracia, como se dice en la canción,: " This is a man's world", pero seguiremos luchando incluso con las manos atadas!
¡Feliz día de la mujer!