Roy es un joven compositor amante de la música y de la vida. Siempre sonríe, a todas horas, incluso cuando su ánimo está mal.
Emily siempre ha sentido una amistad especial por Roy y ahora es más fuerte que nunca, más cuando la pasión entra en juego y un beso da a paso a otro…
Solo son amigos y, por ahora, ninguno de los dos quiere algo más. Al igual que fue inevitable que Emily viera la verdad de César, un día deberá entender la verdad que había en su corazón, aunque sea para aceptar que, por mucho que lo quiera, sus caminos ya nunca se entrelazarán.
Mi opinión:
Segunda entrega de la serie: un juego perfecto, igual de adictiva que la primera. Tenía muchas ganas de conocer la historia de Emily y Roy y no me han defraudado.
El libro no me ha durado nada puesto que es una lectura muy amena y entretenida, aunque a ratos dura y disfruté mucho de los diálogos.
Como el primer libro Puzzle. Fusión perfecta, este también está escrito en primera persona y en presente con capítulos narrados desde el punto de vista de manos protagonistas.
La historia empieza con Emily metida en una relación tóxica con César a quien también conocimos ( y odiamos) en el primer libro,totalmente anulada por él y en un agujero autodestructivo por no querer ver la realidad.
Ella (Emily):
" Llevo pintándolo desde que lo vi por primera vez. Al principio creía que porque era el chico más guapo que conocía. Ahora sé que mis manos daban vida a lo que mi alma callaba por miedo a que me estaba enamorando de él."
Emily es una chica muy simpática y es imposible no empatizar con ella aunque a veces quise zaranderala para que reaccionara. Al principio del libro es una chica que se esconde del mundo por miedo a su novio, no brilla y pasa la vida haciendo todo lo posble para complacerlo. Se conforma con nada porque cree que tiene que agradecer las migajas que le da hasta que sucede algo que le hace espabilar y abrir los ojos. A partir de ahí empieza transformación, un viaje hacia el autodescubrimiento. Empieza a tener voz, a lucir, a mostrarse, a ser valiente y a preguntarse qué es lo que ella quiere y no lo que los demás esperan de ella.
Me ha encantado ver su evolución, conocerla como una chica asustadiza y reprimida y despedirme de una mujer fuerte, valiente, que sabe hacerse escuchar y llena de ganas de vivir.
Él (Roy):
" ... canto y hago creer al mundo que estas baladas no van dirigidas a nadie en concreto, sabiendo que desde hace tiempo mis notas y mis canciones son todas para ella."
A eso, aparte del trabajo personal, también ha contribuido Roy, el cual le favorece mucho, jamás le juzga y le da alas.
" Es fácil ser tú misma al lado de una persona que no espera nada de ti, que simplemente quiere conocer cada parte de ti solo si quieres mostrarsela."
Él tiene sus propios demonios y ya carga que no comparte con nadie puesto que está acostumbrado a estar por todos son pedir ayuda pero en algún momento, el hecho de no ser amado por la única persona que debería amarlo incondicionalmente le pasa factura.
Es un chico que quiere dedicarse a la música, extremadamente atractivo y amiy atento con Emily pero no está estable emocionalmente por lo que intenta alejarse de ella constantemente para no dañarla.
" Trata de una historia de amor preciosa, de esas donde los protagonistas se entienden sin necesidad de hablar."
" El amor y la vida no entienden de algoritmos perfectos, solo de sentimientos reales y emociones fuertes."
Su historia es muy tierna y, aunque al principio no lo parece, muy apasionada. Empiezan como amigos, una.maistad que se consolida cuando Emily pasa unos días sola con él en la casa que comparten antes de empezar la universidad, pero el deseo no tarda en hacer acto de precencia. Se comunican a la perfección y, a pesar de las dificultades, consiguen resolver el algoritmo y completar el cubo de Rubik.
