La magia de ser Sofía
frases destacadas
(El café de Alejandría)
Porque al abrir los libros siempre encontramos un viaje y una vida que suplantamos y que nos probamos como un vestidito en Zara, sin el inconveniente de que a mí jamás me sube la pu(ta)ñetera cremallera a la primera.
(Sofía)
Cuanto menos sueñes, menos decepcionante te parecerá la vida.
Como buena soñadora, siempre pensaba que ¨esta vez sí¨era el hombre de su vida.
La naturaleza hace bonitas algunas cosas peligrosas para que caigamos en su trampa, cabe destacar.
El destino, dicen, hace irremediables algunos caminos.
A lo mejor juntos nos daríamos cuenta de que la decisión más importante que podemos tomar es siempre la que nos empuja a ser felices.
Los límites los ponemos nosotros porque te voy a contar un secreto: la cara no es un espejo del alma. Es un espejo donde flota la imagen que tenemos de nosostros mismos.
Hay olores que deberían poder embotellarse para poder usar a placer, para traer a la memoria y hasta los labios cuando queramos.
¿Cuándo aprenderemos que los años solo son años y que las cosas grandes deben venir cuando nosotros las buscamos?
Quizá es el libre albedrío, las decisiones que tomamos, los pequeños pasos que damos, lo que ejerce de destino para aquellos que no creemos en él.
O pecamos de conformismo o de soñar demasiado. Nos enseñan a aspirar a más pero no a ser felices con lo que hay.
Nunca eres tan sincero con alguien como cuando ya has hecho el peor de los ridículos. Esa persona queda tachada de la lista mental de ¨gente a la que impresionar¨y...ese fue el truco. Ser nosotros mismos. Sin más.
Aunque yo no quería ni sapos ni príncipes. Yo solo quería la magia que era capaz de hacerlos posible.
(La magia. Porque nada más la podría representar mejor que la purpurina)
Siempre he considerado la felicidad como una especie de balanza. las cosas buenas y malas se van repartiendo a uno u otro lado y siempre podemos manipular el peso de las malas si nos tomamos la vida con la misma poca seriedad con la que ella nos toma a nosotros.
... que lo que quieres no haga que se te olvide lo que mereces.
Hay canciones que quizá no cumplen todos esos requisitos ¨técnicos¨tan exquisitos con los que supongo que gozas con el monóculo puesto, pero que transmiten cosas. Quizá su letra no es poesía como la de Aute o Serrat. O a lo mejor la melodía no es una obra de arte, como la de Pachelbel o Chopin. Pero emocionan. Y estamos menospreciando las emociones si creemos que eso las hace peores.
En cuanto a sentimientos da un poco igual si las cosas son o no verdad. Se siente de una manera determinada y lo demás ... es indiferente.
Uno nunca cae en el mismo error dos veces. La segunda vez no está repitiendo una equivocación, está eligiendo.
Tenemos la cabeza llena de finales de cuento que no es que estén mal sino que se construyeron sobre historias cuyo argumento fue pervertido en algún momento por la ingenuidad, la superficialidad o el paternalismo. ¿Qué esperamos de nuestros sueños románticos? Beben de allí.
...lo hombres tenemos un gen hiperdesarrollado que nos empuja a la comodidad. Y lo conocido es la hostia de cómodo.
(Héctor)
Los besos no tienen conciencia, no sé si me explico. Los besos son cosas que no piensan. Se sienten. Y si los piensas, dejan de existir.
Hay momentos tan perfectos, que suben tan arriba que es imposible que puedan mantener el vuelo y cuando caen, nunca lo hacen de pie.
...el melodrama tiene un punto de humor, de autocrítica, de reírse de uno mismo, que puede salvarte, como una buena opereta.
-Gracias por lo recuerdos. - Me los regalaste a mí; no tienes que agradecerme nada. - Escogeré unos cuantos para quedármelos, si no te importa.
A veces la vida brilla más si la adornamos menos.
(La habitación de Héctor)
... quédate con aquel con quien disfrutes los silencios pero con el que quieras hablar de cualquier cosa.
A veces, la paciencia nos premia en la vida y las prisas no son buenas.
El amor te encuentra cuando ya has decidido que lo mejor es no creer en él.
- Yo te quiero para siempre. Por y a pesar de. Eres el amor de mi vida.
Nunca, prométemelo, pongas el bienestar de alguien por delante del tuyo en la lista de prioridades, porque el resultado es el mismo que empezar una escalera por el último escalón.
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