Reseña de: ¨Todo lo que nunca fuimos¨.
Datos del libro:
Número de páginas: 352
Autora: Alice kellen
Editorial: Planeta
Lengua: Castellano
Precio tapa blanda: 16,05
E-book: 9,49
Sinopsis:
Porque a veces basta con un «deja que ocurra» para arriesgarlo todo
Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.
Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.
Mi opinión:
Antes de empezar, me gustaría agradecer a la editorial por facilitarme el ejemplar. Me siento muy afortunada por haber tenido la oportunidad de leer o mejor dicho a devorar este libro puesto que me duró tan solo dos días.
¨Todo lo que nunca fuimos¨ ha sido una lectura muy amena, adictiva, tierna y llena de pequeños momentos que consiguen hacerte sentir de la manera que solo Alice Kellen consigue. Son pocas las autoras que me cautivan tanto como ella y no sé cómo lo hace, pero cada vez eleva lo simple y cotidiano a algo extraordinario. Supongo que se llama talento cuando consigues hacer que un acto tan ordinario como tomar una taza de té por la noche cobre otra dimensión y signifique algo más de lo que realmente es.
La novela está escrita en primera persona y hay capítulos contados desde el punto de vista de ambos protagonistas.
Ella ( Leah):
¨De algún modo, éramos una mezcla perfecta, como cuando algo parece caótico, pero de repente, en un beso, todo encaja; daba igual que yo viese cielos llenos de tormenta y él cielos despejados. Al final éramos blanco. Nosotros.¨
Leah es una chica de 19 años y la hermana del mejor amigo de Axel, Oliver. Después de un terrible accidente en el cual perdió a sus padres se encuentra más que perdida. Ya no es la misma chica de antes. No puede avanzar, no consigue pintar y su vida es indiferente y sin ningún sentido puesto que pasa la mayor parte del tiempo encerrada en su habitación, escuchando música.
Sin embargo, pronto todo dará un giro de 180 grados. Su hermano tendrá que mudarse a Sydney por motivos de trabajo y así poder pagar la universidad de Leah el año que viene y ella se irá a vivir con Axel del que está enamorada desde que era una cria.
Al principio parece que la convivencia no funciona, pero su relación se va forjando poquito a poco y cada día que pasan bajo el mismo techo ejerce un efecto positivo a Leah. Con el tiempo volverá a parecer cada día más a la chica intensa, talentosa, alegre y llena de diversidades que una vez era.
Él (Axel):
¨Me gusta el sonido de tu risa. Me gustan tus contradicciones. Lo intensa que eres, casi desbordante. Me gusta cómo sientes, e intentar adivinar qué vas a hacer o decir, aunque nunca acierte. Me gusta esta casa cuando tú estás dentro de ella...¨
Axel tiene 30 años y vive solo desde hace tiempo en una casa cerca de la playa en Byron Bay. Es un hombre de costumbres por lo que cada dia suya es una repetición del mismo plan que consiste en hacer surf, comer, trabajar, pasar tiempo en la terraza y siempre tomar una taza de té después de cenar.
Cuando Leah entra en su vida invadiendo su espacio, él se convierte en una especie de psicoterapéuta para ella puesto que es el único que ve que dejarla tranquila, tomándose su tiempo hasta estar lista para seguir con su vida no funciona. Cada día le presiona más con preguntas que consiguen sacarla de su zona de confort y de la negación en la que vive para no sufrir. Axel está decidido a sacarla del agujero en el que está y no le deja en paz y ella no le puede negar nada porque como dice en libro sería como si se lo negara a ella misma. Axel es su debilidad y pronto ella se convertirá en la de él.
¨Echo de menos a la chica que eras antes. ya sabes, verte pintar, bromear contigo, esa sonrisa que tenías... Y no sé cómo, pero voy a conseguir sacarte de ahí, de donde quiera que estés, y traerte de vuelta.¨
Leah, paulatinamente, vuelve a ser la de antes y todos los sentimientos que tenía guardados por Axel salen a la luz. Por otro lado, él también sufre un cambio. Empieza a ver a la hermana pequeña de su mejor amigo con otros ojos y a tener sentimientos por ella. Lo suyo será una relación intensa, tierna, apasionada y prohibida. Axel sabe que podría llegar a perder a su mejor amigo, pero lo que siente por ella le supera y no puede resistir y fingir para siempre que no siente nada cuando se vuelve loco cada vez que la mira.
¨Un día te dije que te quería, pero tú solo escuchaste: ¨todos vivimos en un submarino amarillo.¨
Por un tiempo mantienen su relación en secreto. Es una relación bonita y sana que te hará suspirar en varias ocasiones genera envidia. Sus días están llenos de amor, arte, pequeñas costumbres, noches en la terraza acostados en la hamaca y días de surf y ¿cómo no? música.
¨Estar con ella era fácil, cómodo, como las cosas que me gustaban de la vida.¨
El final de esta primera parte ha sido un poco triste y a la vez necesario. Leah se va con la impresión de que Axel no es capaz de luchar por lo que quiere mientras que en realidad él se sacrifica para que un día puedan estar juntos, pero bajo otras condiciones. Leah tiene que abrir sus alas, volar fuera de Byron Bay, hacer mundo, conocer a más gente y luego tener la oportunidad de elegir.
¨ Pero a veces nos equivocamos. Nos caemos.
A veces no nos conocemos tanto como creemos.
A veces..., a veces la vida es tan imprevisible... ¨