La magia de ser nosotros (frases)
Se supone que la vida era eso, ¿no? Cagarla e intentarlo de nuevo. Estropearlo todo y rehacerlo con los trozos de uno mismo que siguieran sirviendo de algo. Dejando a un lado lo que nos hizo daño sin olvidarlo, por sí volvía. Así con tdo. Pero ¿qué pasa cuando de lo que menos te arrepientes es del error más grande que has cometido?
Contentar a los demás o ser felices; debemos tener claro que es imposible tener las dos cosas a la vez.
Darse a otro no significa amor: significa que necesitamos ser queridos.
(Sofía)
Me había preocupado demasiado por la fidelidad de otras personas y olvidé la mía conmigo misma.
... podemos salir hechos una mierda de todo cuanto emprendemos, pero seguimos arriesgándonos.
Estar sola no está mal. Estás contigo. Si estás triste, es por ti. Si estás feliz, también. Es muy recomfortante ser la única persona responsable de tus estados de ánimo; te hace sentir dueño de ti mismo.
¨Aquellos que creen en la magia están destinados a encontrarla¨.
(La pared de Sofía y Héctor)
¨A veces pienso hasta en seis cosas imposibles antres del desayuno y todas son tú¨.
¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida.
A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y, de pronto, toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
LLoraba por mí porque todo todo estaba cambiando y yo no sabía a qué acogerme.
... quiero y no puedo que termina con un lo hago pero lo peno, porque no debí hacerlo.
Yo saqué el móvil del bolsillo de la chaqueta e hice otra. ¿Por qué? Porque sabía que aquel momento era volátil, solo un espejismo que desaparecería en cuanto nos acercáramos a él.
(Sofía y Héctor)
Soñamos mucho y de tanto soñar terminamos por creer que la realidad ha de tener las mismas normas que una fantasía.
El destino, supongo, que te lleva siempre al punto al que debes llegar.
Soy la prueba feaciente de que hacer las cosas a medias es siempre sinónimo de hacerlas mal.
¿Sabes? El amor es un cabrón con un curioso sentido de humor. Nos aturde, haciéndonos dar bandazos entre las seguridades y los miedos y, de pronto, en el momento en el que menos lo esperamos, nos golpea el estómago hasta que vomitamos mariposas. Todas.
Para lo inevitable no hay tiempo que valga.
Ese preocuparme antes de que sucediera no era premonición, era cobardía porque temía no saber salir o asumir las consecuencias.
Por eso quiero pasar cada día de mi vida contigo, porque el hombre que se enamoró del miedo olvidó ser cobarde.
Porque demasiado es malo siempre. Querer demasiado, también. Demasiado es el exceso, no es equilibrio. Y en exceso solo sobreviven pecados capitales.
No soy perfecto, lo sé. No soy un héroe de cuento. No vine a salvar a nadie. Yo, como tantos, solo quería querer.
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